Para John Whitmore el coaching consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño. Este utiliza la metáfora de una bellota indicando que: cuando nacemos, más que un recipiente vacío que ha de llenarse a lo largo de la vida, más bien somos como una bellota, que contiene en su interior todo el potencial para convertirse en un majestuoso roble. Otro libro que aprovecho para recomendarte. Si quieres profundizar más en el mundo del coaching este libro es prácticamente ya una lectura obligada.
Coaching: El método para mejorar el rendimiento de las personas
Un libro que se ha convertido en un clásico, considerado por muchas empresas como una «biblia» que les ayuda a mejorar su rendimiento y rentabilidad. Se puede definir como un manual que te ayudará a aprender el arte de la buena gestión para mejorar el rendimiento. Te propone tareas como, plantear preguntas efectivas (en vez de instrucciones u órdenes) para elevar la conciencia y la responsabilidad. Esta es una versión ampliada con tres capítulos inéditos sobre la búsqueda del sentido y de los objetivos personales en el trabajo, la cultura y los valores empresariales. Con esta metáfora de la bellota Whitmore expresa que un coach debe ser capaz de ver a las personas no como son sino como pueden llegar a ser. Y en relación a esto utiliza las siguientes premisas:
1. Elevar la conciencia
2. Asumir la responsabilidad
3. Desarrollar la confianza en uno mismo
Lo que nos permite ver todo este marco histórico es que, el coaching surge producto de un proceso evolutivo espontáneo que se va gestando a lo largo del tiempo producto del desarrollo del ser humano. Este está influenciado por tres ramas principales: la filosofía, la psicología y el deporte. Por lo que, las bases del coaching provienen tanto de la filosofía con Sócrates y su método mayéutico, de la Psicología humanista con Carl Rogers y su terapia no directiva, y del deporte con Tim Gallwey y su metodología del Juego Interior.